jueves, 6 de marzo de 2014

Posted by Unknown On 8:09
Queridos lectores de este Blog.

En esta primera entrada sobre el Desarrollo de Software, hablaremos sobre los antecedentes académicos y profesionales que me llevaron a estudiar sobre esta especialidad.

Soy egresado del Instituto Tecnológico de Toluca, de la carrera de Ingeniería en Sistemas Computacionales (1993-1999). Al momento de escribir estas líneas, estoy a 18 días de mi acto protocolario para titulación a través de la opción IX que es titulación por posgrado.

No estoy orgulloso por dejar pasar tanto tiempo para titularme, sin embargo estoy tranquilo porque estoy cumpliendo una meta que había dejado pendiente durante mucho tiempo. Y es algo que quiero compartir contigo, en caso que todavía no cuentes con un título; disciplinate y has el esfuerzo, es algo que no se lo debes a tus padres, amigos, esposa(o) o hijos, en realidad es algo que se lo debes a ti mismo.

Muchas veces argumentaba que no tenía tiempo, no era el momento adecuado, no era urgente o simplemente porque en el trabajo no me solicitaban el título. 

Hoy, puedo hablar que me arrepiento de haber dejado pasar mucho años. Me arrepiento de haber puesto miles de pretextos. Me arrepiento que siempre pensaba que era un trámite complicado o difícil. Pero no lo es.

Así que anímate, "cierra la ventana de los pretextos" y ponte a estudiar. Ya que será una satisfacción que te marcará por el resto de tu vida.

Imagen: Milenio. http://www.milenio.com/region/Tecnologico-Toluca_MILIMA20140210_0471_8.jpg
¿Qué me llevó a estudiar Ingeniería en Sistemas Computacionales?

Bueno, esto se lo debo a los video-juegos y a mi padre. 

Primero, porque cuando estudiaba en la secundaria a la hora del receso o después de clases, mi amigo Yuri (Yuri Garciarivas Gómez) nos invitaba a jugar a su casa (junto con otro amigo: Rogelio Arzate Tapia).

Ahí tuve mi primer acercamiento con una Commodore 64. Aunque ya conocía el Atari y el Nintendo, la conceptualización de ver un equipo electrónico al que pudieras introducirle comandos para que hiciera lo que tu querías, es lo que me fascinaba y me daba mucha curiosidad.

El hecho de que un teléfono funcionara para la comunicación, me quedaba claro. Que una videocasetera te mostrara películas, también me quedaba claro. Que la televisión mostrara canales o programas televisivos, también me quedaba claro. Pero que una computadora te permitiera hacer varias tareas como los aparatos que describí con anterioridad, eso me interesaba mucho más.

Veía una potencialidad en un aparato electrónico más allá de lo que veían mis amigos o mis propios padres. Recuerdo que mientras mis amigos jugaban (especialmente un video juego de olimpiadas de verano), yo me ponía a leer los manuales de la Commodore 64.




Cerca de la casa de mis papas, en un verano (no recuerdo el año), colocaron pancartas o colgantes que se ofrecían cursos de verano para niños para aprender computación. Mi papá conocía al dueño de ese negocio y me inscribió (creo que no me cobraban). Esto ocurrió cuando yo estudiaba la primaria.

Durante dos meses, conocí las partes de una computadora, como utilizar programas de ofimática y aprendí nuevos juegos.

Afortunadamente, era uno de los mejores de la clase. Así que los profesores me confiaban sus programas, me dejaban utilizar las computadoras por media hora más. Inclusive, los sábados me esperaban para que los acompañara.

Aún conservo mi reconocimiento por la asistencia a dichos cursos (posteriormente lo subiré a esta página).

No recuerdo bien que edad tenía. Pero estoy seguro que me involucré a la informática cuando tenía 8 años. 


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